Este ejercicio que veis complementa a otras actividades que tienen por objetivo conocer el propio cuerpo y desarrollar la lateralidad.
Los niños estamos colocados en grupos pequeños, porque en grupos grandes jugueteamos, nos tropiezamos, y nos desconcentramos. Mirar a la pared es para no distraernos con lo que sucede en la sala y seguir centrados en lo que hay que hacer. Las instrucciones son caminar hacia un lado y hacia otro, pero es bueno ir verbalizando "hacia la derecha o hacia la izquierda", porque desde pequeños aprendemos que esas palabras significan direccionalidad, aunque aún no sepamos ubicarla.
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